Tan de memoria he aprendido tu rostro
que mis dedos lo recorren aun en tu ausencia
y vivo de esta forma ausente de mi mismo
arrancando agonías diarias
que como latidos exhaustos
endurecen mis labios sedientos
Se de inicios paulatinos
para recorrer la vida
escalando nuevamente macizos
que confunden al cielo
con las miradas atónitas
de aquellos que como yo
amanecieron un día
con la cama vacía
miércoles, 26 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario