jueves, 20 de septiembre de 2007

pérdida del aroma de vida

De ser posible descubrir lo inexistente
habría cuartos habitados por nosotros
más allá de historias repetidas
donde sin pensar hospedo siempre el mismo rostro
celador de celdas gélidas
que entre soles extintos
profundiza la herida
de otra historia feroz
arrancada de tumbas inéditas
que se suceden unas tras otras
cuando descubro mis manos tan frías
cuando descubro mis manos descarnadas
cuando entiendo tu muerte